¿CÓMO PROTEGER NUESTROS BOSQUES Y MONTES DE LOS INCENDIOS?

¿Sabías que 9 de cada 10 incendios forestales en el país son causados por seres humanos?

Sólo el 1% corresponde a fenómenos naturales derivados de eventos meteorológicos.

Todo esto quiere decir que tenemos en nuestras manos la posibilidad de reducir y evitar gran parte de los desastres.

Este verano hemos vivido una de las peores olas de incendios en la historia de nuestro país. Han desparecido miles de hectáreas de nuestros bosques y montes en tan solo unos días, afectando a municipios de diferentes regiones. El aumento de las temperaturas, los períodos de sequía prolongados –que provocan una mayor sequedad del suelo– y las olas de calor han propiciado la rápida extensión del fuego.

La falta de mantenimiento de nuestras áreas verdes, montes y bosques también han sido un factor determinante.

Hoy queremos hablarte de la gestión forestal, como principal recurso contra los incendios.

Cómo prevenir incendios forestales

  1. No hagas fuego en los montes o bosques. Comenzamos por la medida más básica pero que aunque parezca obvia se sigue violando cada verano. Las amenas barbacoas campestres de todos los veranos pueden terminar con un amargo final... Con la sequedad de la vegetación y el terreno cualquier chispa puede saltar y desencadenar un incendio.
  2. Desbroce y limpieza del monte: Si durante todo el año se hace un correcto mantenimiento y se limpian periódicamente las zonas con vegetación susceptibles de quemarse, cuando llegue el calor se reducirá notablemente el riesgo de incendios. Muchos incendios se provocan o expanden más rápidamente por la falta de mantenimiento en fincas y parcelas, llenas de maleza salvaje que se seca y que prende muy fácilmente. Echa un vistazo a nuestro post sobre el desbroce para evitar incendios.
  3. Tala controlada y mantenimiento de bosques. Al igual que con la maleza debemos actuar con los árboles. Es normal que haya árboles que se sequen, que enfermen o que crezcan descontroladamente. Es muy importante la tala y poda en estos casos. Eliminaremos esa leña que arderá fácilmente si hay alguna chispa que origine fuego. Hay que acondicionar los bosques, cuidarlos y sanarlos.
  4. No tires residuos en la naturaleza: Aunque cada vez hay una mayor concienciación sobre la basura en los bosques aún se sigue arrojando todo tipo de restos como latas, plásticos, bolsas, cristales... Estos residuos pueden provocar pequeñas chispas por el "efecto lupa" que acaben siendo grandes fogatas.
  5. La vegetación que nos rodea es importante: Es recomendable que en las viviendas de lugares cercanos al monte no se pongan setos de especies que ardan con facilidad (arizónicas, cipreses, etc.). La cercanía a zonas verdes podría agravar la situación en caso de incendio.
  6. Evita fumar en bosques o pastizales: A menudo, cuándo se fuma tabaco en zonas de montaña, se arrojan colillas de cigarro encendidas y pueden generar incendios en pastizales, montes y bosques. Por ello, se debe evitar fumar en estas zonas de naturaleza y en el caso de que se fume, no tirar las colillas al suelo.
  7. Aparca tu vehículo en zonas habilitadas. El calor que genera una simple chispa del tubo de escape cerca de un matorral puede desencadenar una catástrofe. Por ello, es importante estacionar en zonas preparadas y limpias.
  8. Plan de prevención de incendios y actuación: los vecinos de zonas con riesgo de incendio forestal deben estar especialmente concienciados y preparados. La formación y la educación ambiental en comunidades de vecinos, asociaciones, etc con planes de acción ante situaciones de emergencia es fundamental para poder paliar las consecuencias en caso de un incendio, incluso para salvar vidas humanas.
  9. Cuidado con la maquinaria en época de calor: no hay que utilizar desbrozadoras, motosierras o cualquier otro aparato mecánico que pueda provocar chispas o calor intenso cerca de zonas con vegetación seca durante los dias con alerta roja por calor. Como hemos mencionado en el punto 2 y 3, esta tarea debe realizarse de manera periódica durante el año: el trabajo será menor, menos intenso y sin riesgo. La naturaleza te lo agradecerá.
  10. No quemes los restos de poda: Una práctica muy habitual en las zonas rurales para deshacerse de los restos de poda es hacer fogatas para quemar los residuos. Para ello queremos recordar que existe maquinaria especializada para eliminar restos de manera sostenible, limpia y segura como los biotrituradores. Además de esta manera podrás reciclar la poda y hacer compost.
  11. Avisar a las autoridades: siempre que sospechemos que se está llevando a cabo alguna actividad inadecuada en el bosque que pueda conllevar un incendio, o que ya está empezando uno, el tiempo es un factor clave. Avisa a las autoridades lo antes posible ante la mínima sospecha. Una actuación a tiempo puede evitar una gran catástrofe.
  12. Educación ambiental: Aumentar la concienciación ambiental ayuda a evitar las negligencias del ser humano, las cuales son las principales responsables de estos desastres, conocer los riesgos y las consecuencias de un incendio forestal puede ser la mejor forma de acabar con ellos. Esta información debe comenzar a inculcarse desde las edades tempranas, en colegios y centros formativos para que lo más pequeños de la casa crezcan con el compromiso con el medio ambiente.

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